Si se trata de hoteles escondidos en la naturaleza, es momento de iniciar un viaje que nos hará suspirar ante las vistas únicas de la isla de Ischia, afianzar nuestra conexión intrínseca con las postales memorables de Ushuaia, y perdernos en el bosque a las afueras de Barcelona. ¿Con cuál te quedas?

W Costa Rica (Reserva Conchal, Costa Rica)

Costa Rica es uno de esos países que propone rutas interminables hacia la naturaleza más recóndita. W Costa Rica —un hotel que forma parte del portfolio de Marriott International— representa una alternativa que resplandece en la provincia de Guanacaste, al noroeste del territorio.

Afincado en un complejo de 930 hectáreas en la Reserva Conchal, el hotel dispone de 150 habitaciones y suites con vistas panorámicas del Océano Pacífico y el bosque. Su propuesta de lujo se complementa con tres restaurantes, dos bares, un spa, un gimnasio y piscinas, así como amplias áreas verdes para ejercitarse y acceso a Playa Conchal.

Al inspirarse en la cultura local y comprometerse con el medio ambiente, W Costa Rica cuenta con certificaciones como la de Sostenibilidad Turística, otorgada por el Instituto Costarricense de Turismo, y también la de Carbono Neutralidad.

Su programa de reciclaje y gestión de desechos, planta de tratamiento aguas residuales y vehículos eléctricos para el transporte interno de huéspedes lo convierten en un plan perfecto para cuidar de la naturaleza.

Les Cabanes (Manresa, España)

A menos de una hora de Barcelona se alza Les Cabanes, un concepto de hotel en formato de cabañas entendidas como suites de lujo dentro del bosque. En esta experiencia inmersiva de Oller del Mas, el contacto con la naturaleza se ve acompañado por un centro de bienestar, una piscina, actividades como el golf y hasta una bodega.

Un escenario conformado por 600 hectáreas de bosque, viñedos, olivos, pinos, robles y las majestuosas montañas de Montserrat que te llevarán a perderte en alguna de sus 22 cabañas. Si eres amante del vino, puedes escoger su programa Wine Luxury Week, una semana dedicada a la desconexión, la alta gastronomía y los tratamientos de bienestar a partir de sus vinos y aceites esenciales.

“Todo funciona con energías renovables, aerotermia, geotermia y placas solares. Hicimos la construcción in situ, sin cortar ni un árbol; de hecho, hay árboles en medio de las terrazas y se adaptó la construcción respetando la naturaleza.”

Awasi Iguazú (Misiones, Argentina)

¿Un hotel escondido a 15 minutos de las Cataratas del Iguazú? Abran paso a Awasi Iguazú, un hospedaje de 14 villas donde cada habitación posee su propio guía privado y vehículo para explorar los tramos de selva y naturaleza indómita de este recoveco del planeta.

A través de excursiones que permiten sumergirse en el Parque Nacional Iguazú, redescubrir el curso superior del río Paraná, el parque provincial Puerto Península, o la Triple Frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, Awasi Iguazú ofrece una experiencia realmente emocionante.

Las villas, neutras en carbono y construidas sobre pilotes para minimizar el impacto ambiental, contribuyen a la protección de 340 hectáreas de bosque nativo gracias a que parte de los ingresos se destinan a la Fundación Awasi.

Sacromonte (Sierras de Carapé, Uruguay)

Concebido por Edmond Borit —emprendedor de origen peruano y abuelo francés que estableció su propia bodega en Perú, Viña Borit—, Sacromonte se erige como un singular viñedo con cuatro refugios sostenibles a 50 minutos de Punta del Este, en el departamento de Maldonado.

Cada uno de sus refugios se caracterizan por una idiosincrasia minimalista, sin hacer a un lado el confort, puesto que poseen un dormitorio principal con cama king size, estufa a leña, piscina privada y kitchenette para estadías prolongadas.

Su verdadero encanto son las extraordinarias vistas a la viña, las sierras, el valle o la laguna, además de la privacidad que brinda la distancia entre sus refugios. Si no planeas dormir en Sacromonte, puedes almorzar por un precio de 55€ o darte el lujo de alguna de sus degustaciones.

San Montano Resort & Spa (Ischia, Italia)

Afincado en la colina de Monte Vico y rodeado por una exuberante vegetación llamada Macchia Mediterranea (piensa en olivos, pinos, palmeras, naranjos y lavandas), San Montano Resort & Spa propone a los viajeros olvidarse del mundo en este fascinante complejo de 5 estrellas.

Con sus prácticas sostenibles para ahorrar energía y reducir la huella de carbono, este rincón de la isla de Ischia alberga un jardín mediterráneo colmado de plantas ancestrales y aromáticas, once piscinas con vistas panorámicas, dos bares, dos restaurantes, y un spa con vistas a las aguas cristalinas.

“Los huéspedes que busquen una escapada ecológica este verano pueden sumergirse en una actividad de yoga en conexión con la naturaleza, practicar deportes al aire libre, embarcarse en extraordinarios viajes gastronómicos que crean conexiones con los lugareños y disfrutar de los rincones apartados de Ischia alquilando uno de los coches eléctricos a disposición de los huéspedes”, expresan desde San Montano Resort & Spa.

andBeyond Vira Vira (Pucón, Chile)

Hospedarse en andBeyond Vira Vira, en Chile, resulta hipnótico si tenemos en consideración que está situado en una extensa finca de 22 hectáreas a lo largo del río Liucura, entre lagunas naturales, parques nacionales y sensacionales vistas del volcán Villarrica.

Así es que en un área que constituye la puerta de entrada a la Patagonia chilena han concebido seis suites íntimas pero espaciosas, una hacienda con cinco dormitorios, así como doce villas conformadas por una chimenea, un baño, una amplia terraza con vistas al río y una bañera exterior para relajarse después de un día lleno de aventuras.

Para cuidar de la vasta naturaleza que los rodea, decidieron servirse de un huerto para obtener productos frescos y orgánicos para la cocina del lodge, que las aguas residuales grises se reciclen para el riego, plantar árboles autóctonos, generar calefacción con pellets de madera certificados y obtener productos locales para reducir la huella de carbono, entre muchas otras acciones.

Four Seasons Resort Bali at Jimbaran Bay (Bali, Indonesia)

Four Seasons Resort Bali at Jimbaran Bay, en Indonesia, tiene todo lo que necesitamos: un entorno sereno proporcionado en la bahía, tratamientos de spa para reducir el estrés, una experiencia gastronómica vibrante con chefs especializados, múltiples actividades para niños y una completa inmersión en la naturaleza al encontrarse suspendido sobre el agua.

Conformando una auténtica aldea balinesa, sus 147 villas de ensueño y 9 residencias privadas se perfilan como un imprescindible para experimentar un viaje inolvidable, rigiéndose en todo momento por una política que busca reducir los desperdicios, adquirir productos orgánicos y organizar eventos para limpiar las playas en pos de minimizar el impacto y cuidar del medio ambiente.

L’Ostalas (Tarn y Garona, Francia)

Continuando con los destinos mágicos y hoteles escondidos en la naturaleza, L’Ostalas confirma el poder y la belleza de un auténtico hospedaje ecológico al norte de Toulouse. Este rincón con 12 habitaciones cautiva con su enfoque holístico, invitando a retornar a lo esencial a través de un gran programa de actividades centradas en el bienestar y una dieta vegetariana local.

“Antes de su creación y apertura en el año 2020, el terreno era cultivado por un agricultor ecológico. Naturalmente, decidimos mantener esta herencia, por lo que todavía hoy tenemos un campo de kiwis y otros árboles como cerezos, ciruelos… Esta flora también beneficia a la fauna, ya que acogemos en nuestros campos algunas colmenas que producen una miel 100% L’Ostalas”, expresan Brigitte y François, los artífices de L’Ostalas.

Su dimensión eco-responsable se extiende al cuidado del patrimonio natural circundante, a la elección de productos locales, vajillas, productos y materiales sostenibles, como así también al compromiso de crear oportunidades para la diversidad social mediante su trabajo con una organización francesa sin ánimo de lucro.

umeirah Port Soller Hotel & Spa (Mallorca, España)

Jumeirah Port Soller Hotel & Spa fusiona las vistas del mar Mediterráneo con la naturaleza propia de la Serra de Tramuntana y los acantilados del Port de Sóller, en el noroeste de Mallorca.

Cada una de las 121 suites y habitaciones del hotel ofrecen un espacio íntimo y un ambiente relajado, en un lujo discreto que encuentra su mejor versión gracias a una experiencia gastronómica inigualable, una piscina infinita, un spa con diez salas de tratamiento y zona termal, y su fehaciente compromiso con el programa Viajes Sostenibles de la Unesco.

Kagga Kamma Nature Reserve (Cedeberg, Sudáfrica)

En la Reserva Natural de Kagga Kamma, en Sudáfrica, una serie de lodges celebran una conexión intrínseca con las montañas Cederberg y las formaciones rocosas representativas de la zona. Su propuesta, que se erigió para fundirse con el entorno y no desviar la atención del fascinante bioma, cuenta con todo tipo de comodidades.

Las 8 suites en cuevas albergan una cama doble, un cuarto de baño con ducha, aire acondicionado, estación de té y café y artículos de higiene personal; por su parte, la alternativa prémium destaca por las vistas panorámicas de las majestuosas montañas y las 2 suites al aire libre ofrecen una experiencia para “dormir bajo las estrellas“.

“En 2013, la Reserva Natural de Kagga Kamma recibió el Premio Verde de RCI por la instalación de un sistema de energía híbrida solar fotovoltaica, y nuestros objetivos de sostenibilidad han crecido desde entonces. El lodge funciona sin conexión a la red eléctrica, utilizando energía solar y agua de manantial natural”

Mashpi Lodge (Quito, Ecuador) 

Situado dentro del Distrito Metropolitano de Quito, Mashpi Lodge no solo se ha convertido en un protagonista indiscutible del confort y el lujo gracias a sus habitaciones con vistas al bosque para huéspedes que viajen solos, parejas y familias, también cumple un papel fundamental en la conservación, con un laboratorio de ciencia donde parabiólogos y biólogos han llegado a descubrir 9 especies.

Mashpi Lodge ha desarrollado varias experiencias interactivas para que sus huéspedes exploren más a fondo el área donde se alojan, incluida la innovadora Bici Aérea, una torre de observación y una góndola conocida como La Libélula que ofrece espectaculares vistas del bosque”.

La biorregión del Chocó Andino, precisamente donde está afincado, constituye la 7ª Reserva de Biósfera de Ecuador, por lo que han decidido participar en varios proyectos de investigación que se están realizando in situ y estrechar lazos con grupos de conservación nacionales e internacionales.

Fuente: Traveler